viernes, 12 de junio de 2009

Perú sigue en la cola de Sudamérica

Los últimos fin y mitad de semana se produjeron dos nuevas fechas del proceso eliminatorio en Sudamérica para clasificar a cuatro equipos y medio al mundial que se desarrollará en Sudáfrica en el 2010. Pero los dos partidos que jugó la selección peruana de fútbol fueron una pesadilla pues ambos terminaron en derrotas categóricas.
El domingo último, en el estadio Monumental en Lima, Perú se enfrentó a su similar de Ecuador ante un público cada vez más apático por los últimos resultados en partidos oficiales y amistosos. Y no le faltó razón. Nuevamente la selección peruana perdió su partido en condición de local por 2 goles a 1. Como frente a Chile, el equipo visitante aprovechó las falencias de la defensa nacional y anotó en las pocas oportunidades de ataque que tuvo.
Si ante Ecuador la selección peruana fue ineficaz en el ataque, ante Colombia fue peor. En Medellín, Perú no le hizo daño al anfitrión durante la primera mitad del partido, tiempo en el cual el cuadro cafetero anotó el único gol con que ganó el encuentro. El partido del miércoles en Colombia mostró a dos equipos que no merecen ir al certamen futbolístico por sus paupérrimas defensas y ataques, en comparación con las demás selecciones de la región.
Terminada la jornada premundialista, quedó demostrada que Perú es la única selección sudamericana que confirmó su temprana eliminación y, por lo tanto, fracasó una vez más en asistir a un mundial desde su última participación en España '82. Como ya es costumbre en los últimos tiempos, la responsabilidad de esta debacle futbolística es compartida por jugadores con baja categoría internacional en la mayoría de los casos, un entrenador que no sabe plantear una formación y un esquema que hagan daño a sus adversarios y unos dirigentes que quieren atornillarse en sus cargos y que no aceptan su culpa por un nuevo fracaso en el fútbol peruano. ¿Habrá un modo de salir de este hoyo cada vez más profundo? Sólo si se cambian a los actuales dirigentes y se haga un cambio total y estructural en el balompié nacional.

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